lunes, 28 de marzo de 2011

Una historia real del padre Ignacio

A veces ocurren estas cosas, ¿es un milagro?... ¿No es un milagro que salga el sol todos los días?, que puedas respirar mientras estás dormido, que te sanes cuando estás en reposo, que te levantes con alegría, que encuentres un amigo, que tengas identidad propia y seas único en el universo y en la historia, que alguien murió por ti porque te ama y quiere que seas feliz eternamente,…? ¿No es un milagro ser hijo de Dios?
Pero a veces nos enfermamos, sufrimos, nos desesperamos, morimos,… Quizás esto ocurre cuando nos apartamos considerablemente del verdadero amor. ¿Es una alarma que nos indica peligro? A veces lo sufre quién verdaderamente no se aparta, para mostrar en sí mismo, a los otros, los límites de la realidad humana. Quizás solo sea otro aspecto, tan genuino como el anterior, del milagro del amor.
Juan C Starchevich


La Historia -Testimonio-
por Padre Ignacio Peirés (Rosario)

Ceci, tiene 2 hijos varones, el mayor de 10 años y el menor de 7.
El menor comenzó hace unos años con una patología neurológica que no puedo definir, pero por la que tenia frecuentes convulsiones.

Me llamó la atención que cuando yo atendía a Ceci, ella nunca se desprendía de su celular, estaba siempre atenta por si la llamaban del colegio por alguna convulsión del nene, motivo por el cual salía corriendo de dónde esté.

El neurólogo les dijo que lo que tenía su hijo, solamente podía ser operado en Canadá, previos estudios también en Canadá. Los estudios eran de por sí complicados porque eran a cerebro abierto, y dependía de los resultados de los mismo si podía ser operado o no...

Viajó toda la familia a Canadá, estuvieron 1 mes, se hizo todo lo que se debía y pusieron fecha para la operación: setiembre/octubre de 2010. Costo de la operación: U$S 190.000

Alguien le habló a Ceci del Padre Ignacio de Rosario, y llevada por la desesperación (cada día convulsiones más seguidas), y en búsqueda por lo menos de algún consuelo, viaja a Rosario.

El padre le dijo que le relatara algo de la vida del nene, cómo fue la circunstancia de su nacimiento, su vida, etc.

Ceci comienza diciéndole que cuando ella quedó embarazada, no fue una alegría, en realidad no quería tener ese bebé. Pero al final decidió seguir adelante con el embarazo. Y que ahora lo adoraba, que lo mejor que hizo en su vida fue seguir adelante.

El Padre le dijo que esa noche, se acostara con su hijo y le contara todo esto que le relató a él. Ella espantada le dice: "pero Padre!! sólo tiene 7 años!!" y el Padre insistió: "Contale" Y después le vas sacando la medicación.

Así lo hizo, se acostaron juntos y Ceci de a poco fue dirigiendo el tema a ese punto. Comenzó contándole desde que se conocieron con su papá, que se amaron mucho, que nació el primer nene y que todo era felicidad, pero que cuando quedó embarazada de él, no estaba muy contenta porque la circunstancia era distinta, ella era muy joven y no podía con 2 chicos, etc., pero que ahora estaba muy feliz de tenerlo y que lo amaba más que a nada en su vida, que estaba muy arrepentida de haber tenido ese sentimiento.

El chiquito la escuchaba muy atentamente sin decir palabra, y cuando Ceci terminó sólo dijo:"gracias mami! volví a nacer!"

Facundo nunca más tuvo ni una convulsión. Ni una.

Fueron a la visita programada con anterioridad al neurólogo, y sólo le dijeron que Facu ya no tenía convulsiones, como el médico no salía de su asombro, entonces Ceci le confesó que fue a ver al Padre Ignacio y que ella por su cuenta se había atrevido a sacarle la medicación a la mitad de la dosis.

Como ya estaba todo contratado en Canadá, y hasta los pasajes sacados, el médico les dijo: "devuelvan los pasajes, estas cosas ocurren".

No sé qué decirles, más allá de este milagro maravilloso y puntual, esto me lleva a pensar en las enfermedades. Las enfermedades son absolutamente del alma, no de otra cosa. Los síntomas son físicos, pero el origen es espiritual.

El padre Ignacio no hace milagros, ni cura, sólo (y no es poco) ayudó a ver el origen. Es un ser maravilloso con una sensibilidad y percepción especial.

También resalto lo que hizo Ceci, no es fácil hablar así con un hijo. Me la imagino, ya que la conozco, con su voz temblorosa pero segura de que era el bien para Facu.


¿Podríamos parar la máquina de todos los días y poder vernos por dentro para ver qué nos ocurre?

¿Podríamos de esta manera prevenir enfermedades?

¿Podríamos prestar más atención a nuestra parte espiritual que es tan o más importante que la física?

No estoy hablando ni de religiones ni de creencias, sino de una parte que todos tenemos, pero como no la vemos, no la palpamos, entonces parecería que no existe.

¿Podríamos tomar conciencia de eso?

Son preguntas. Ojalá encuentre las respuestas.

Les deseo lo mejor.

"Sonríe siempre para no dar a los que te odian el placer de verte triste..."

Ignacio Peirés – (Padre Ignacio)



MISA DE SANACIÓN
Procuren no romperla, si no pueden mandarla, avísenme... El Padre Ignacio es el cura sanador de Rosario, es excelente y cura realmente, ha hecho muchos milagros de sanación...

Rezar hace bien... sé que escogí bien a mis doce personas, ojala que podamos recibir fuerza y luz divina.. Esta es una novena del padre Ignacio, que empezó el 10 de enero de 2005 y todavía no se ha roto.... cuando la recibas, reza un Ave María y has un pedido especial... verás lo que sucede al 4° día de haberla recibido... no olvides de trabajar en pro de tus sueños pues así, contigo y con Dios, todo se realiza mucho más rápido...

"Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén" (Aquí pide tu deseo)

Por favor, no rompas esta novena, mándala a 12 personas que tú creas que merecen Justicia, Salud, Paz, Amor y Verdad, pero no la guardes.
Gentileza: Eliceo Núñez -Procurador-(Resistencia Chaco)

1 comentario:

  1. Que importante es sostenerse en la Fe en Dios, lamentablemente todos nos acordamos que lo necesitamos cuando ya no damos más y nos está venciendo la angustia y el miedo.
    Gracias por contar estos testimonios y echar claridad en tanta oscuridad.
    Un gran abrazo y que Dios los bendiga a todos.

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